En este foro de debate y reflexión celebrado en el hotel GF Victoria de Costa Adeje han participado también el consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, Lope Afonso; el concejal de Presidencia y Planificación del Territorio del Ayuntamiento de Adeje, Manuel Luis Méndez; el presidente del Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife (CEST), Javier Cabrera, y el presidente del cluster Turisfera, Raúl Domínguez. La ponencia de apertura del evento corrió a cargo de Joaquín Catalán, director del periódico El Día.

Las cifras récord de ocupación turística de la provincia y la rapidez con la que este destino turístico se ha recuperado de la parálisis económica que provocó la pandemia de Covid, protagonizaron la lista de fortalezas de nuestro sector turístico. 

El listado de debilidades estuvo centrado en la lentitud de la administración pública para afrontar los retos y necesidades de inversión en infraestructuras esenciales que están afectando a la calidad del destino (principalmente en materia de carreteras) y, al mismo tiempo, para regular de forma ágil y satisfactoria las problemáticas asociadas a la vivienda vacacional, entre ellas, el encarecimiento de la vivienda para residentes y trabajadores.

En cuanto a los retos, todos los intervinientes en el debate coincidieron en la necesidad de avanzar en la transformación de Tenerife y Canarias como destino inteligente, en la asimilación de la sostenibilidad como valor turístico imprescindible y en la importancia de adaptar la enseñanza y la formación a la demanda laboral y, en concreto, a las necesidades reales de las empresas.

Dácil León incidió en la imperiosa necesidad de agilizar el funcionamiento de la administración pública, “porque la burocracia y los tiempos van en contra de la puesta en marcha de las medidas que demandan tanto la ciudadanía y el empresariado como, en este caso, nuestro el destino turístico”. También ahondó en la importancia de adaptar la formación al mercado de trabajo y de apostar no solo por la formación de las personas desempleadas, sino también por invertir en la formación continua de quienes tienen titulación y están ocupados, “pues con trabajadores cualificados y adaptados a las demandas de los nuevos tiempos, tendríamos garantías para afrontar el futuro con solvencia”.